domingo, 29 de agosto de 2010

SIRENA INVERSA


Una sirena medieval traspasa el espejo del tiempo y se convierte en un biocentro, impermeable y extraño. El duende llega al texto, reaparece con sus melodías de antaño y la pluma vuelve a caer, lenta disipada y constante, el bullicio la atrapa y se mantiene acallando pensamientos. Una lucha frontal con  la imagen, la circunscripción infinita de recuerdos que se ahogan en un lago denso de mentira y de miedo. La voz sigue rondando, la presencia anuncia una metáfora moribunda y finita. La palabra se quiebra en el cristal del desencanto y la lluvia que emerge de sus ojos vuelve a aparecer. El monstruo del cuento debe desaparecer, la sirena anhela regresar al mar, ¿por qué será tan difícil olvidar? ¿por qué el refugio es el olvido? ¿por qué será que se debe olvidar tanto? La justicia, el poeta y sus memorias. Una historia de espanto.

sábado, 21 de agosto de 2010

VIDA Y MUERTE

Un respiro, tan sólo un respiro trajo el recuerdo, estaba perdido vagando en campos azules e infinitos, el dolor lo llevaba de la mano. Correr y perder, el miedo a lo inconcluso, el temor en el espejo, la ocultación vacila y aparece como una espada que hiere hasta matar. Una misma esencia, el color del sol, la misma palabra perdida siempre, las lágrimas que no cesan en un campo infinito de posibilidades. Todos los ángulos abordando el mismo centro, una frontera de besos, un par de abrazos perdidos, un tiempo que prefiere remitirse a un próximo olvido, en donde el daño, la amenaza, la mentira y la venganza producen un cataclismo ya difícil de curar. Las palabras regresan a la voz del poeta y procuran un nuevo devenir, marcado por la insensatez de una paradoja. Un llamado inexistente que golpea en la puerta del sin-sentido, una mirada de hielo que aparece como respuesta, dos polos que están prestos a fundirse bajo las inclemencias del calor, el calor del fuego que lo quema todo, que se lleva el tiempo, que se esconde bajo la piel y aparece en un hondo quebranto. El cuerpo habla, calla, se enmudece, grita. El pensamiento se cansa y las tonadas de una misma canción retornan, se repiten y carcomen hasta enloquecer.

miércoles, 30 de junio de 2010

AUTOR: CARLOS ALBERTO ROJAS






Almas

Las almas no van al cielo,
Vuelan con los ángeles a la vendimia,
Pisan las uvas, exprimen su sangre
Beben la historia de un dios

La tierra se agita cuando los espíritus
Cantan, dicen las almas desenfundando
Tridentes, machacando raíces
Son amas de la razón

Refugiadas en este pedacito de vida
Que no flota  y mojadas con las gotas
De los sueños marginados, mis manos estrujan
La locura y el cuello blanco de las almas

Rayito de luz entra por la ventana
La cuna del alba quiere abrazar tu calor
Ella dice que las almas son para los grandes
Ella sólo ve ideas en mi canción

martes, 29 de junio de 2010

VIDA SURREAL





Vida y arte: Contradictorias, antagónicas y místicas. 
Todo transcurre en un instante-ahora que modifica el pasado. Los recuerdos se van y el poeta impulsa esta partida. La memoria se pierde, hoy se enfrenta al mundo,  reconoce la perdida de lo vivido. El instante es efímero, al poeta lo atemoriza una profunda nostalgia, prefiere no rescatarla. ¿Entonces? No queda nada. 
En ese recóndito lugar del pensamiento, el cielo se hace triste, el sol del recuerdo ilumina el camino y el poeta se sigue exigiendo una respuesta. ¿Por qué el poeta no quiere recordar nada? Tal vez porque no ha empezado a olvidar todavía, a pesar de haber quemado todas sus memorias y de sentirse cubierto con vestidos de papel.

"Es posible que hayamos creado la realidad 
en este momento con todo su pasado"  

BORGES

Es posible que las palabras pronunciadas por el poeta 
sean tan sólo un sueño.
Es posible que sólo seamos un sueño del poeta.
  Es posible que la Vida en este tiempo sea un sueño. 
Es posible despertar y ver que existe otro universo.
Vive el poeta sin cuestionar realidades, 
sin preguntarse por su sueño.

lunes, 28 de junio de 2010

METÁFORA SURREAL



Cada quien tiene su forma de sentir el mundo, de vivirlo. Ese es el arte de la Vida, cada quien posee una forma particular de asimilar todos los fenómenos, las situaciones y las circunstancias. Todos nosotros entre los muchos que somos tenemos también múltiples formas de reaccionar frente a un mismo hecho. No siempre vamos a reaccionar igual. Algo que ayer era muy triste, la lluvia en una tarde gris -por ejemplo-, hoy podría ser un hecho mítico, simbólico e inolvidable. Cada quien vive al Otro en su disimilitud, en su diferencia, el lenguaje resulta ser el punto común del encuentro, un espacio para comunicar las diferencias. La diversidad atrae. Eso que parece inaprensible e incomprensible de ese Otro que nos habita, es el imán que poco a poco va generando atracción y el magnetismo necesario para que las presencias que tanto imaginamos aparezcan, para que los sueños que pedidos con fuerza y certeza, por fin se cumplan. Las metáforas son los vuelos irreales, que de ser pronunciados con la respectiva sobriedad de la locura, pueden iluminar el camino de colores y recobrarnos la esperanza perdida. En la posibilidad de amar el instante y amar en el instante, por el olvido que a veces es necesario y por todo lo que falta: Celebro la posibilidad de mencionar, imaginar y danzar en infinitos mundos posibles, recobro el valor del sueño en sus entrañas y cabalgo de regreso al mundo de la fantasía, retomando la poesía perdida, anunciando y presintiendo el vuelo de las palabras... en libertad.

jueves, 24 de junio de 2010

SILENCIO Y LLANTO

Ríos desbocados, que se abren incesantes en escenarios intimos con personajes queridos e indecibles. 
El llanto por la muerte de la raíz, del hálito vital, por el dolor de la mentira, por el brillo cruel de la traición. 
Lágrimas de impotencia, lágrimas de felicidad.
El sentimiento se desboca en acto, la razón se desentiende por un instante y la breve locura, efímera y pulsional, se expresa en un juego de interrelación entre el querer-decir, el querer-callar y el decir con silencios.
El silencio siempre escucha llorar, el silencio parece comprender el sentir del corazón.
El silencio será en últimas la voz del corazón y las lágrimas su incontenible no poder dejar de decir.


miércoles, 23 de junio de 2010

In memoriam: DARIO BOTERO URIBE



Alas libertarias que se extienden en el cielo y en el sueño de los poetas... de los artistas.
La paradoja irresoluble, la contradicción irresuelta,
la concreción en un hombre que desequilibró la balanza y la volcó sobre la libertad.
Una filosofía de la vida, un proyecto ambicioso, una propuesta sensible, un corazón amable,
una personalidad afable, una mirada cálida, sonriente y receptiva siempre.
A los muertos queridos se los debe dejar vivos en el recuerdo,
es mejor no tocarlos con memorías dolorosas,
es mejor recordar una dedicatoria con letra espiralada.
Es mejor mantener viva la UTOPÍA.
Es mejor seguirle regalando flores de colores y no lágrimas.

lunes, 3 de mayo de 2010

PRESENTE INFINITO



El tiempo a veces se parece a un barco, que va ligero, andante, sin rumbo, entre tormentas y distante. Proa diciente, manifiesta, hecha rumbo y camino dispar. Lenguaje común, ruptura y encuentro, sorpresa y camino, aprendizaje y olas que se desgarran, se envuelven, se abren y se cierran, en un lento vaivén de sensaciones que vienen y van, con el mar, con el viento, con el cielo, a veces gris, a veces azul, un presente infinito, que se sumerge en su propio tiempo, un tiempo cíclico, siempre nuevo, el tiempo de la historia, del porvenir, del pasado recurrente, de las memorias que contrae el ahora, revividas y repasadas por el corazón de la distancia, de los códigos sin descifrar, de un tiempo sin más ni más, sin exigencias, sin espantos, sin fantasmas, sin sinsabores, con todo que dar.
El ahora, el barco entre nubes, las nubes entre barcos, el cielo es el mar, y el mar como un cielo abierto, infinito, profundo y misterioso. La vida que vuela en un barco entre nubes. La vida que se mece en las olas del mar que nos cubre. La vida que conduce el barco, la vida que vuela entre las nubes, la vida que tiene su propio tiempo-ahora. La vida que llega, la vida que se va. La vida que regresa, la vida que se queda, la vida que se va.

http://www.youtube.com/watch?v=KsjOvyPR8TY

jueves, 29 de abril de 2010

UNA CONTRADICCIÓN: LA VIDA



Andamos sin saber .. por un camino crujiente, lleno de piedras ardientes, de luceros de colores, de cielos perdidos en mundos infinitos y desconocidos.
En una torre aparece un farol, con un canto incierto, la luz de la esperanza se esfuma y contiene la salvación de un instante efímero, que se vivirá intensamente y que se negará en la víspera, como una afirmación de la existencia del olvido.
Un vínculo que se consolida a medida que se destruye. Una relación que surge en la desaparición de eso que fue y ya no existe. El poder constituyente que se basa en las fisuras de la incertidumbre, en la comodidad de la penumbra, en el secreto de lo innombrado.
Tiempos que se dilatan en corazones de hielo, gaviotas de agua dulce dispuestas al duelo. Corazones al descubierto que se ubican sin desenfreno en una pista de dolores y matices, de pulsiones y vuelos, de ciudades en ruinas, de montañas en espera, de besos repartidos, de ojos encendidos, de demencias pasadas.
La vida, como una confluencia de pasión y muerte, una muerte que llega como máximo placer, una añoranza que se erige en aparición y mata al negociante. Una partida que no se puede jugar, un jugador que es marioneta, una competencia indefinida y entretanto... irresuelta.
Los colores son sus almas. La vida aparece para revelarlos.
La vida y la muerte integradas. Ellas existen en su interdependencia.
No hay luz sin oscuridad, no hay colores sin sol. No hay frío sin fuego.
No hay noche sin Vida. Así sólo sea como una evocación o un sueño.

“Soy la triste lavandera
que va a lavar su ilusión,
el amor es una mancha
que no sale sin dolor…“

La lavandera – Violeta Parra

domingo, 25 de abril de 2010

VENGO DE UNA CIUDAD DE COLORES Y DUENDES


El lento y llanto pesar, una noche encubierta en la penumbra, las manos que teclean los recuerdos que se fueron y que siguen estando en las enrramadas de los árboles muertos. Los duendes pintaban el río, sólo se requería andarlo, las terrazas eran invitaciones y las invitaciones eran terrazas, y los duendes eran río.
Luego llegaron las nubes, el viento y el vuelo de un tiempo lejano, lleno de colores y ensueños, a veces aparece de nuevo, se viste de mar, de selva y de flor. Se refugia en un rincón del alma y se esfuma al corear el alba.
¿Será que no toda distancia está perdida? ¿Será que la sinfonía aún no está compuesta? Tal vez no lo estará jamas. Tal vez el artista siga volando en su lienzos, tal vez el paracaidista decida soltar el seguro, tal vez la verdad este a tiempo de ser descubierta en medio de una multitud de verdades iguales, quizás el fantasma se muera, ¿será posible extrañar y no extrañar tanto?

martes, 6 de abril de 2010

LOS COLORES DE LA NOCHE




















En la noche:
¿dónde habitan los colores?
¿se van a dormir?
y entonces .... mientras tanto...la lluvia cae, los rayos y sus estruendos anuncian la llegada de una nueva tormenta.
¿Qué trae ahora? La pregunta latente.
¿Cómo se llenan los lienzos de color cuando la vida se desvanece?.
No se puede evitar que el círculo se pierda en sí mismo, como una botella desbordada, como un alar enredado, un balcón ausente, una mirada imposible, un tono indiferente.
La historia anuncia un tiempo-ahora politizado, deberíamos estar gritando, aunque sea en el silencio, pero los colores se van en la noche, nada queda.
La filosofía traduce la esperanza en teoría, conceptualiza corazones y la razón hace fiestas en el palacio del bicolor, una vida en blanco y negro, aún sin revelar.
Una vida irreal. La vida onírica tiene sus propios matices.
Una vida azul, profunda, oscura y secreta.
Una vida roja, desangrada pero palpitante.
Una vida naranja, como un atardecer de sueño.
Una vida violeta, disipada en el horizonte.
Una vida verde, como la montaña que nos hace respirar.
Una vida amarilla, como ese sol que nos da la guía.
¿Y ahora?, ¿en el instante?, un lienzo vacío, una vida en quietud,
una lluvia que cae, lavando la cara del artista,
plasmando el color gris-azul de la muerte en la distancia.
Por eso los escarabajos preferimos amanecer.
Las gaviotas -aunque dormidas- anuncian un cielo de mil colores, donde se vislumbra un color imposible, en un cielo que es el lienzo de los soñadores, que se resisten a la pequeña muerte y que llevan consigo las huellas de la añoranza.
Colores y guerra, verde oscuro, sangre de inocentes pisoteada.
Colores y arte, un cuadro surrealista que rescata el marinero perdido, el pintor de los dedos de cristal y el rostro sin revelar de la muchacha en la ventana.
Colores y misterio, un libro por escribir, relatos por narrar, bocas negadas.
Colores y símbolos. Un lienzo roto, en una noche de lágrimas y ausencia.
De dolor y vacío. de angustia y soledad.
De recuerdos que se fueron.
De días que ya no serán más.
Colores y diversidad, la pluralidad que encarna la esencia natural,
la creación, la permanente posibilidad.
Colores y utopía. Un corazón vital, que está en una cuerda floja, donde la contradicción irresuelta, marca y desdibuja el devenir rizomático de la historia que se desenvuelve entre el amor y la política, entre el corazón y el poder.
Mil colores que no alcanzan a contemplar el rostro de la mujer amada, que se evade entre las sombras de una noche en la que fue tan nuestra -y al mismo tiempo- tan lejana.



lunes, 5 de abril de 2010

A propósito de: "LLORARLO TODO, PERO LLORARLO BIEN"




















La nostalgia llega como un papel de servilleta que hace apología a un instante profundamente vívido. La nostalgia se va y nos deja vacíos. El sentimiento surge de una metáfora, de una pequeña demencia, de una locura traviesa, de una aventura compartida.
Sentimiento y nostalgia van de la mano, por las calles, por los parques, entretejiendo paisajes y almas, que desbordadas no encuentran otra forma más de ser,que juntándose. Es esta voz que dicta lo que escribo, es esta luz que ilumina la oscuridad, y que se hace comprensible en el gesto del encanto. La nostalgia -es acaso- esta sensación que va y viene como las olas del mar, como la ausencia de esto que está, pero también de su clara temporalidad. La nostalgia es presencia.
La melancolía es pasado, es ausencia real, es lágrima indestructible, es tiempo inaprensible, es no poder modificar inconscientemente el recuerdo, ni del dolor, ni de la alegría. Tal vez ocultarlo, pasmarlo o plasmarlo, reconociendo su efecto, su huella en el cuerpo marcado por las señales del viento, del mar, de la lluvia, de una tarde de domingo que ya no existe más, de un viaje que no se puede repetir, de un vuelo que ya no se verá más, de un recorrido infinito entre montañas de mil colores, que siempre se hará otro.

domingo, 4 de abril de 2010

TIEMPOS RELATIVOS Y CONSTANTES


A veces la verdad está sometida a negaciones recurrentes y el tiempo del mismo sujeto se pierde tras la sonada de un bandoneón o tras la sonrisa de la mujer amada.
La verdad ha sido catalogada de falsedad. El sujeto opta por reconocerse demente y deja de ser un sabio. Los miedos merodean la montaña, el tiempo es uno y es infinito, es relativo y es constante, es diferenciado para cada vivencia y para quien lo vive, el tiempo está fragmentado en cada mente, el tiempo está perdido en este instante, el tiempo se aleja y regresa vestido de memorias irreales, que han sido manipuladas por el inconsciente para dejar una huella en una memoria que hace inexistente la vida, y el sonido inicial de ese bandoneón que se cruza, en el destello de esa mujer bien amada.

martes, 30 de marzo de 2010

La mujer que tuvieron en común y sin saberlo ... LA MAGA














“MAGA: Para vos no es novedad que el mundo y yo te queramos de veras, pero yo siempre un poquito más que el mundo"

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Casi siempre acabábamos por encontrarnos y nos reíamos como locos seguros de un poder que nos enriquecía. ¿Por qué no aceptar lo que estaba ocurriendo? Me fascinaban las sinrazones de la Maga, su tranquilo desprecio por los cálculos más elementales, ella no necesitaba saber como yo, podía vivir en el desorden sin que ninguna conciencia de orden la retuviera, ese desorden que era su orden misterioso, esa bohemia del cuerpo y el alma le abrían de par en par las verdaderas puertas; ...
Con ella fui irremediablemente condenado a ser absuelto, a dejarme entrar, a dejarme ver cómo veían sus ojos, ella sabía que iba a quererme sin preguntas y que iba a quererla sin respuestas. Y así andábamos atrayéndonos y rechazándonos, como hace falta sí no se quiere que el amor termine en cromo o en romanza sin palabras. Y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos con una flor amarilla en la mano y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y despedidas. ...
No la quería porque era ella, ni por mí, ni por los dos juntos, no la quería porque mi sangre me llamara a quererla, la quería porque no era mía, porque estaba del otro lado ahí donde me invitaba a saltar y no podía dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estaba en mí, no la alcanzaba, no pasaba de su cuerpo, de su risa; habían horas –sin embargo- en que me atormentaba que me amara y resulta que la quería. Total parcial: La quería. Total general: La amaba...
Saberme enamorado de la Maga no era un fracaso, ni una fijación en un orden caduco, era un amor que podía prescindir de su objeto. Me encantaba la reserva de vitalidad que poseía, era al mismo tiempo feroz y frágil. Feroz como el viento desatado en la montaña. Frágil como un niño que no conoce el mundo donde vive. Su vitalidad despertaba compasión, no la compasión que basa su raíz en el padecimiento, era la compasión que se ilumina gracias al secreto poder de su etimología y le da un sentido más amplio, así tener compasión significa saber vivir con otro su desgracia, pero también sentir con él cualquier otro sentimiento alegría, angustia, felicidad, dolor. Esta compasión significa la máxima capacidad sensible, el arte de la telepatía sensible; es en la jerarquía de los sentimientos el homólogo del amor...
Supe que la amaba cuando descubrí que dormir juntos era el corpus delicti. Hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, este deseo se produce con una cantidad innumerable de mujeres, se manifiesta en el deseo de dormir junto a alguien, este deseo se produce en relación con una única mujer y esa mujer era ella...
Parece como si existiera en el cerebro una región totalmente específica que podría denominarse memoria poética y que registrará todo aquello que nos ha conmovido, encantado, que ha hecho hermosa nuestra vida. Desde que conocí a la Maga ninguna mujer ha tenido derecho a imprimir en esa parte del cerebro ni la más fugaz de las huellas. El amor empieza en el momento mismo en el que una mujer inscribe su primera palabra en nuestra memoria poética. Con las metáforas no se juega, las metáforas son peligrosas, el amor puede surgir de una sola metáfora...
Que yo amara la Maga y que ella me amara a mí y no a otro era una mera casualidad. El amor de nuestra vida tiene peso porque es un amor que pudo ser de otro modo. Un acontecimiento es más significativo y privilegiado cuantas más casualidades sean necesarias para producirlo. Sí el amor debe ser inolvidable las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento. Sólo la casualidad puede aparecer ante nosotros como un mensaje. Lo que ocurre necesariamente, lo esperado, lo que se repite todos los días es mudo. Sólo la casualidad nos habla...
Son las casualidades las que pusieron mi amor en movimiento y se convirtieron en una fuente de energía que no agotaré hasta el fin de mi vida. Nuestra vida cotidiana está llena de casualidades, más exactamente por encuentros casuales de personas y acontecimientos a los que se llaman coincidencias, la gente no se percata de la inmensa mayoría de coincidencias, por eso es posible echarle en cara al hombre el estar ciego en su vida cotidiana respecto a tales casualidades y dejar así que su vida pierda el sentido de la belleza, porque el hombre que es llevado por el sentido de la belleza convierte un acontecimiento casual en un motivo que pasa ya a formar parte de la composición de su vida...
Y que la Maga entrara a formar parte de la composición de mi vida fue un proceso difícil, yo estaba ciego ante la belleza que se abría ante mí y sólo hasta que empiezo a valorarla me doy cuenta que ya es tarde, ella ya se ha ido. Cada vez iré recordando más. Pero qué es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso, adelantándose a la cosa EN-SI, al presente puro, entristeciéndonos o aleccionándonos vicariamente hasta que el propio ser se vuelve vicario. Ahora que ya es tarde empiezo a preferir esos ríos metafísicos que la Maga nadaba sin saberlo, como esa golondrina viaja en el aire, girando alucinada en torno al campanario, dejándose caer para levantarse mejor con el impulso. Ahora empiezo a elegir otras palabras, las de ella, las envueltas en eso que ella comprendía y no tiene nombre, auras y tensiones que crispaban el aire entre dos cuerpos o llenaban de polvo de oro una habitación o un verso...
Ahora relego esas palabras que sólo sirvieron para no entendernos, para no-hablar. La Maga siempre supo disimular, por eso me doy cuenta que si quería verla debería haber empezado por cerrar los ojos...
Cuando empecé a cerrarlos ella ya no sabía que mis besos eran como ojos que empezaban a abrirse más allá de ella y que yo estaba como salido, volcado en otra figura del mundo, piloto vertiginoso en una proa negra que cortaba el agua del tiempo y la negaba. Me miraba, de cerca me miraba, cada vez más de cerca y los ojos se agrandaban, se acercaban entre sí, se superponían y los cíclopes se miraban respirando confundidos, las bocas se encontraban y luchaban tibiamente, mordiéndose con los labios y nos mordíamos, y el dolor era dulce y sí nos ahogábamos era un breve y terrible absorber simultaneo del aliento, esa instantánea muerte era bella, mientras nos besábamos como si tuviéramos la boca llena de flores, o de peces, o de movimientos vivos o de silencios...
Tocaba su boca, con un dedo tocaba el borde de su boca, iba dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez su boca se entreabriera y me bastaba cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar; hacia nacer cada vez la boca que yo quería, que deseaba, la boca que mi mano elegía y se la dibujaba en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad, elegida por mí para dibujarla con mi mano en su cara y que por un azar que no busco comprender, coincidía exactamente con su boca que sonreía, por debajo de la que mi mano le dibujaba....
Lo que realmente me duele es que necesité no verla para verla. Lo que me exaspera es saber que nunca volveré a estar cerca de mi libertad como en esos días en que me sentí acorralado por el mundo Maga y es que sólo la libertad da el justo valor al amor, no su precio, el amor con ella nunca me hubiera aprisionado.
Pero puedo reírme entre tanta tristeza, entre tanta flor mojada y asfalto brillante mojado de lluvia. Puedo sentir esta sensación de triunfo cuando no tenerla es un hecho, cuando no está conmigo y está en todas partes, sin estar pero estando. Cuando su recuerdo llena mi cuerpo tan vacío, cuando la encuentro en la distancia, cuando la siento llena de mí en la lejanía, cuando la continúo amando en todo lo que se le parece, en la luna redonda de las noches, en la callada y tersa piel del mar, en todo lo que tiene la potencia salvaje de sus besos, en todo aquello que pueda tener inscrita su huella...
Sé que hay diez centímetros de silencio entre sus manos y mis manos, una frontera de palabras no dichas entre sus labios y mis labios y algo que brilla así de triste entre sus ojos y mis ojos; pero también sé que la soledad no viene sola, a veces no me siento tan solo, porque más allá de mi soledad ella siempre aparece donde menos lo espero. La tristeza es la forma y la felicidad el contenido. Soy feliz hallando la Maga grabada para siempre en mi memoria poética, encontrándole así la belleza a la vida, encontrando el sentido de mi propia vida. Sí, estoy triste por su ausencia, pero la felicidad va a seguir llenando eternamente el vacío que me deja la tristeza.
MARIO BENEDETTI
JULIO CORTAZAR
MILAN KUNDERA
GIOCONDA BELLI

sábado, 27 de marzo de 2010

WALTER BENJAMIN


Benjamin es un niño surrealista, con alma libertaria, abierto, plural y soñador. Benjamin es un ornitorrinco, un ser que parece de otro mundo, que hizo de la filosofía su poética universal. de la revolución su diario vivir, aún en la insurrección. Rodeado de ángeles, se erigió como un halo vital para la historia. Siempre ha sido y será un niño surrealista en edad de jugar. Crítico, creativo y artista de la acción humana. Un niño libertario enamorado de una fantasmagoría creda y recreada en su mayor ilusión, su mayor utopía y entre tanto una mújer innombrable que jamás abarcó.

De la posesión y la ausencia












La libertad es como esta construcción inacabada, a la que se puede ingresar por una puerta estrecha y poco iluminada. Quizás dentro de ella, los habitantes estén en conflicto, las estructuras resulten débiles y sin embargo unos pocos insistan en su terquedad y decidan desnudarla.