miércoles, 15 de junio de 2011

Automática de Verdad

Viene con ella, a veces llega como el azar, sin pedirlo, como si fuera natural. 
Así se presenta, es el aroma de un recuerdo que se escapó mágico, compenetró con la poesía y se hizo viento, aire y crepúsculo. 
El aliento del valle es una visita y la espera se siente como el compromiso con una ventana, como si fuera con el pájaro del vidrio roto, con una comparsa, o con el humo, como si éste fuera carnaval.
La tristeza se esconde en el piano del desencanto. Temor, angustia y espanto. No todo puede ser alegría.
Un sombrero loco que grita libertad, mientras la tortuga anhela sus alas, el mar anhela la gaviota y el niño sólo quiere entender el cielo.
¿Por qué se perdió la palabra? porque estaba vestida de colores y porque todo tiene una llegada y una salida, un arriba y un abajo, un claro y un oscuro, y porque el poeta se esconde en sus novelas y se revela en sus misterios. ¿Qué hay aquí? 
Un respiro que contiene el mundo. 

LA BALANZA


La búsqueda de equilibro se suspende en la cadena de los pájaros que vuelan. 
El tiempo se convierte en el vagón de miradas lejanas imaginarias.
La cadena se rompe y la balanza sonríe y se menea victoriosa. 
La balanza tiene una complicidad oscura con el tiempo. 
La balanza es una excelente camarada del olvido. 
El tiempo le avisa a la balanza, que el olvido si existe y el costo es tan alto, que desbalancea la balanza. 
Pero la balanza vuelve a reírse y sarcástica afirma que todo tiene un límite y un tiempo. 
No siempre se pesan las mismas alegrías y las mismas tristezas. 
La memoria a veces no da para tanto.
La balanza mide en el tiempo-ahora, la cadencia y la altura de los pájaros que sobrevuelan el cielo, no los cielos antaños, no los cielos limpios e inocentes, no los cielos rojos y turbulentos. 
Mira este cielo, mira sus pájaros, mide el vuelo y se marcha. 
Así, tranquila, expectante e imponente, la balanza siempre mide lo que quiere.
Lo que la balanza pesó ayer, no pesará igual mañana.
La balanza es un  instrumento tan histórico como el tiempo.