miércoles, 15 de junio de 2011

Automática de Verdad

Viene con ella, a veces llega como el azar, sin pedirlo, como si fuera natural. 
Así se presenta, es el aroma de un recuerdo que se escapó mágico, compenetró con la poesía y se hizo viento, aire y crepúsculo. 
El aliento del valle es una visita y la espera se siente como el compromiso con una ventana, como si fuera con el pájaro del vidrio roto, con una comparsa, o con el humo, como si éste fuera carnaval.
La tristeza se esconde en el piano del desencanto. Temor, angustia y espanto. No todo puede ser alegría.
Un sombrero loco que grita libertad, mientras la tortuga anhela sus alas, el mar anhela la gaviota y el niño sólo quiere entender el cielo.
¿Por qué se perdió la palabra? porque estaba vestida de colores y porque todo tiene una llegada y una salida, un arriba y un abajo, un claro y un oscuro, y porque el poeta se esconde en sus novelas y se revela en sus misterios. ¿Qué hay aquí? 
Un respiro que contiene el mundo. 

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