jueves, 9 de enero de 2014

UN CUERPO DABLE





Una compenetración perfecta de sentidos y sensaciones, un híbrido de colores que procura calor. Un cuerpo que se enfrenta a otro tan receptivo como un encaje natural.
Un abrazo que envuelve un vuelo, un recorrido fugaz de múltiples sensaciones que crean un refugio. Un abrazo que envuelve un abismo, que no le teme y lo cubre, vislumbrando la posibilidad de lo imposible. Un impulso que procura un vuelo, un vuelo que se cubre de besos, besos que se traducen en una acogida a una realidad infinita. Realidad en tiempo de barrotes de azúcar, una línea en espiral que remueve los sueños, respira indignación y se abruma ante la belleza de la incertidumbre. 


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