jueves, 23 de mayo de 2013




SOBRE UNA PEQUEÑA Y SIGNIFICATIVA REVOLUCIÓN

Máscaras, nostalgias que crecen y el peor momento para separarse. ¿Por qué dejarlo todo cuando nada está claro? El poeta no entiende nada, la música no ayuda, solo queda un quehacer transformador que se traduce en la única y la más vital esperanza. Resistir, al poeta se le cruza este pensamiento y prefiere detenerse ante el abismo que se abre cada segundo. ¿En dónde está el amor?, ¿sigue estando en el chocolate o ya cambió de lugar?... ¿en dónde habita el perdón?, tal vez en la victoria frente al orgullo. Carrera de egos, de falta de visión, y también de todo lo contrario... como nada se sabe, depronto lo más acertado sea quitarse el velo, enfrentar el cielo bajo la luz, ver el rostro del otro, del extranjero, del foráneo, del desconocido, asustarse, correr, llorar, perder la confortable estabilidad, para ver ¿qué llega?... la sorpresa, la vida siempre está en movimiento, nunca está quieta, algo trae, lo REAL.

Cada crisis contrae un momento de turbulencia, pero permite ver más allá, ese qué vendrá, qué hay detrás de .... cada quien necesita su propia revolución, antes de empezar a caminar con otros en una ruta colectiva. 

Miedo, soledad, dolor, angustia, desesperación, melancolía ... todo entrecruzado en los días que se van, que siguen pasando, que traerán monumentos; pequeños sueños que se convierten en la ilusión de cada día; sonrisas que no salen del recuerdo, que nacen del día, del sol, de los colores, del salirse de este mundo, de ver ese otro-lado cortazariano, de perseguir los telones, de destruir los espejos, de vernos frente a frente con nuestros ángeles, con nuestros demonios. No somos perfectos, no pretendemos serlo. Somos así, sin más ni más, somos, caminamos, andamos, vivimos, soñamos, disfrutamos, lloramos, y sin más también nos equivocamos, todos morimos y lo hacemos para nacer nuevos, vestidos de flor, de cuento, de canción, de caminos, de balas, de alientos, de nubes, de una vida nueva que siempre se inicia en cada clausura, en cada renuncia, en cada final. 

El cosmos conspirando, el todo revolviéndose, las entrañas removiéndose, y ante todo los ojos que no fallan, encontrando señales como adagios. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario